¿INDEPENDENCIA PERUANA? ¿PARA QUIÉN?
SI QUIERES SEGUIR LEYENDO SOBRE LA HISTORIA DE PERÚ PINCHA AQUÍLa interpretación y los análisis de la historiografía que versa sobre el proceso de independencia en Perú, sin distinguirse en ello de otras historias de independencia en América latina, han pretendido exponer una serie de argumentos, difundidos incluso mediante libros de texto escolares, que explican este proceso de un modo uniforme y rígido. De esta manera los diversos grupos sociales se habrían levantado al unísono contra el Imperio español con la determinación de conseguir la Independencia con el ideal de libertad como estandarte.Sin embargo, esta visión se ha ido poniendo en entre dicho a comienzos de este siglo. Estas historias nacionales dejaban en tela de juicio la verdadera transformación de la amplia gama de elementos sociales existentes en el Antiguo Régimen. En definitiva, la cuestión central es si se creó de verdad un sentimiento unitario de identidad, igualdad y libertad, y por tanto, de Nación.Lo cierto es que la complejidad de la sociedad peruana de finales del siglo XVIII va a determinar los comportamientos de los diferentes grupos en el proceso independentista, haciendo explícita una desigualdad social y jerarquizada según el manejo del poder económico y político.Las investigaciones más recientes demuestran que, aunque en las Guerra de independencia participaron todas las capas de la sociedad, cada una intervino de una manera distinta. Tampoco es conveniente hacer distinciones de comportamiento estableciendo los diferentes grupos sociales dependiendo de su color de piel. De esta manera las comunidades étnicas participaron, no de una manera revolucionaria, sino, más bien mediante luchas a nivel local que pretendían resolver problemas como el de la propiedad de la tierra o el mantenimiento de unos derechos comunitarios tradicionales. Sin embargo, no se aprecia en las reivindicaciones ningún proyecto de independencia.De hecho, la historiografía tradicional y nacional ha señalado antecedentes a la lucha independentista en sublevaciones indígenas del siglo XVIII como la de Tupac Amaru II. Sin embargo, estas sublevaciones tenían todos los síntomas mencionados anteriormente y solían ir acompañados de proclamas como “Viva el rey y muerte al mal gobierno”, por lo que el carácter independentista que se le ha querido dar queda desarticulado.Por otro lado, aunque siempre se ha entendido que la independencia fue una lucha entre peninsulares y criollos, la nueva historiografía ha puesto de manifiesto la complejidad de dichos grupos, que no eran homogéneos y que también variaron su comportamiento.Debido a la heterogeneidad de las regiones y la sociedad del territorio de Perú antes del proceso de independencia es necesario analizar la historia desde una perspectiva lejana que abarque todos los comportamientos que se llevaron a cabo y que nos permitan dejar atrás una historiografía nacionalista y tradicional, demasiado simplista para comprender si el cambio de la independencia de verdad se produjo.Partiendo de esta base, debemos tener en cuenta que las independencias de América latina en general, y la de Perú en concreto, fueron la consecuencia de los cambios que se gestaban a nivel global y que hicieron de Gran Bretaña la potencia mundial del momento. El impacto de este cambio sobre las estructuras económicas, políticas y sociales del mundo y sobre las de América latina, es algo que las historiografías han dejado de lado. Ésta ha buscado una explicación de la independencia peruana esencialmente interna, dejando de lado la situación a nivel internacional de la época. Los únicos nexos que ha buscado dicha historiografía con los acontecimientos externos se relacionan con las influencias que ejercieron sobre el proceso independentista la Independencia de EEUU, la Revolución Francesa o la difusión de las ideas del liberalismo. Sin embargo, este punto de vista está empezando a ponerse en tela de juicio, ya que el impacto de estas cuestiones solo se ejerció sobre una minoría reducida.La crisis política de la metrópoli española durante la invasión napoleónica tuvo un impacto importante en América latina, creándose en numerosos lugares Juntas leales a Fernando VII y que comenzaron a utilizarse para exponer las reivindicaciones de autonomía, dentro de la Corona, de los criollos de las ciudades, y que concluyeron con la toma de conciencia de éste grupo del poder que podía ejercer ahora que las autoridades de la administración colonial veían mermado el suyo. Sin embargo, en Perú esas Juntas no llegaron a formarse y se reprimieron los intentos que se produjeron en Quito y La Paz.La expulsión de los franceses, la restitución de Fernando VII y la abolición de la Constitución de Cádiz de 1812, marcan la vuelta al sistema absolutista. Pero en las colonias se había abierto una inmensa brecha que no se podría volver a coser. Cuando Riego, en vez de reconquistar América, instaura la revolución liberal, las élites conservadoras de las colonias, ante el miedo de una vinculación con la España liberal, se adhieren a las filas independentistas.Si bien la independencia supuso el quiebre de sistema de articulación imperial hispánico y la guerra de independencia la libertad de los territorios americanos con respecto a la Corona, hay que tener en cuenta que esta separación no suponía más que la herencia por parte de los independentistas de un poder caído.Las nuevas Repúblicas hispanoamericanas en general, y la de Perú en concreto, habían heredado del Antiguo Régimen estructuras sociales estamentales, que hacían de las nuevas tendencias teóricas liberales de igualdad ciudadana algo imposible de llevar a cabo a su carácter práctico. Tomó importancia la idea de “vecino” antes que la de “ciudadano”, ya que cada habitante se relacionaba más con su municipio que con el Estado, y la idea de “pueblo” no representaba al conjunto de los “ciudadanos” de la nación, sino al conjunto de “cuerpos corporativos” constituidos legalmente por la sociedad – cabildos, comunidades, juntas… -.En conclusión, la independencia de Perú supuso el fin del sistema colonial y la emancipación respecto de la Corona española. No por ello hubo un cambio revolucionario a nivel social, político o económico, de hecho, se podría decir que la independencia les fue dada por factores externos. Es por eso que se debe tener una visión completa de este momento histórico y, para entender su verdadera maduración, hacer una vista analítica a largo plazo teniendo en cuenta tanto los factores internos como los externos, de manera que se dejen atrás los enfoques de la historiografía tradicionalista y nacionalista.Por otro lado, la independencia, debido sobretodo a la compleja situación de la sociedad peruana, no supuso un cambio determinante con respecto a las estructuras anteriores. No se logró la igualdad social ya que la multiplicidad de identidades suponían un riesgo para el nuevo poder establecido que pretendió basar la unidad en la lucha frente a un enemigo común. Pesan, por otro lado, las herencias del Antiguo Régimen, que son aprovechadas para el beneficio de unos pocos frente a la situación de las masas de marginados pobres.
BIBLIOGRAFÍA
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- PÉREZ HERRERO, Pedro, “La conformación política y social de las nuevas Repúblicas hispanoamericanas (1810-1834). Caracteres generales.” En: JOVER, Jose María (ed.), Historia de España Menéndez Pidal: la España de Fernando VII. La posición europea y la emancipación americana. Vol. XXXII, Espasa-Calpe, Madrid, 2001, pp. 325-364.
Excelente artículo, muchas gracias por compartirlo.
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